A los 12 años perdí ambas piernas en un accidente automovilístico (año 2000). Desde entonces, la vida me llevó por un camino intenso de caídas, aprendizajes y desafíos que transformé en fuerza, disciplina y propósito. Fui el primer ciclista de downhill profesional con prótesis en ambas piernas, y luego representé a Chile en competencias internacionales como atleta paralímpico, logrando medallas panamericanas en paraciclismo.

Hoy, no compito en pistas, pero sigo en movimiento. Estoy en terreno, donde las cosas suceden de verdad: en empresas de todos los rubros, en faenas mineras, en centros de cultivo de salmón, en municipalidades, en establecimientos educacionales y en comunidades de todo Chile. Llevo mi historia y el mensaje de DECIDIDO a cada rincón del país para motivar, prevenir y despertar conciencia.

Soy un ser humano que eligió levantarse, aprender del dolor y avanzar con sentido. Lo que viví como deportista ahora lo pongo al servicio de los demás: demostrar que el alto rendimiento no tiene una sola forma, y que todos podemos mejorar desde donde estamos, con lo que tenemos.

Mi compromiso no es solo decirlo, es intentarlo cada día. Es caminar con otros, escuchar con respeto y estar presente de verdad. Porque cuando llego a un lugar, no voy solo con una historia: voy con lo aprendido, con lo vivido, con la esperanza de que sirva como llave para que otros también avancen.